La actual ley de concursos, aprobada en 2008, define a la insolvencia como el estado en el que se encuentra el deudor “que no puede cumplir con sus obligaciones”. Ese es el principal requisito que debe acreditar una empresa para solicitar su concurso voluntario, o el acreedor que solicita el concurso necesario de su deudor.
En este marco legal, en lo que va del año se declaró en concurso a 74 empresas. Esto implica un 36% más de concursos que en el mismo periodo del 2015, cuando se declararon en estado de insolvencia a 55 entre enero y octubre y 67 en todo el año.
Pero, además, 2016 es el año con más concursos después de 2002. Ese año Uruguay experimentó una de sus más profundas crisis económicas y se presentaran a concordato (el equivalente al actual concurso) más de 220 empresas, sin embargo el actual aumento puede deberse a otras causas.
Las dificultades económicas del país sin dudas influyen en este aumento aunque no es posible asegurar que sea la única ni la principal causa. La influencia de las variables macroeconómicas en la cantidad de concursos es clara si comparamos la cantidad de concursos solicitados desde la aprobación de la actual ley y hasta el año pasado, con la evolución del PBI y la tasa de desempleo en el mismo periodo. (Ver gráfica).
Sin embargo, la concepción instalada por la actual ley de concursos puede ser la explicación a este aumento. A partir del 2008, el concurso pasó a ser un salvavidas para empresas que atraviesan dificultades económicas. La nueva ley puso énfasis en las alertas tempranas de la insolvencia y en la conservación de la empresa como una unidad productiva viable. A diferencia del 2002, el aumento que vivimos también puede encontrar sus causas en la madurez en la utilización de una herramienta útil pero inexistente hasta el 2008.
Dentro de los tantos concursos declarados este año, se encuentra el de RAINCOOP. La empresa, que contaba con 569 integrantes (55 trabajadores y 514 socios), se presentó a concurso voluntario en junio de este año. Este caso se suma al de COPSA, otra empresa de transporte de pasajeros que fue declarada en concurso en 2014, pero que aún sigue operando, mientras se espera una resolución de su proceso concursal. A esto se agregan empresas de transporte de carga, como Claiter S.A., Transportes Soto S.R.L., Forestec S.A., entre otras.
Otra industria nuevamente presente en los concursos declarados este año es la de la construcción. Empresas como ISOLUX (Corsan), Constructora del Pacifico, o Bega Uruguay fueron declaradas en concurso al no poder hacer frente a sus obligaciones.