FERRERE es la única firma legal multi-jurisdiccional de origen sudamericano. Cuenta con 200 abogados en Bolivia, Paraguay y Uruguay, que brindan un servicio personal, rápido y enfocado en potenciar la rentabilidad de los negocios de sus clientes.

FERRERE es excepcional en las jurisdicciones en las que opera. Es una organización basada enteramente en méritos y no permite que familiares de los socios se unan a la firma. Tiene una política obligatoria de jubilación temprana y pone gran énfasis en promover la diversidad, con un 30% de mujeres entre los socios.

En 2023, FERRERE fue un de las primeras empresas en recibir el licenciamiento de la marca país Uruguay (que otorgan Uruguay XXI y LSQA), luego de pasar por un proceso que certifica el cumplimiento en cuatro valores: origen, sustentabilidad, liderazgo y gestión, y capacidad exportadora.

Clientes y publicaciones internacionales reconocen su experiencia y liderazgo, y anualmente recibe reconocimientos y premios de las principales firmas internacionales calificadoras de servicios profesionales. Destacadas empresas regionales e internacionales, así como firmas legales de cobertura global, acuden a FERRERE por su presencia regional para completar su cobertura de la región.

En 1977 Daniel Ferrere volvió de Harvard a Uruguay con la convicción de que, contra la realidad y el consenso de su época, era posible crear una firma legal de estilo americano, en la que el servicio al cliente y el foco en soluciones prácticas fuera la meta. En 1994 FERRERE incorpora a su contrato social la prohibición de ingreso de los familiares de los socios, y en 1996 incorpora su primera socia.

De acuerdo a la visión de su fundador, muy pronto se crearon grupos de práctica muy especializados con una fuerte vocación de asesorar en derecho pero incorporando la perspectiva estratégica de los negocios de cada cliente. En 1996 FERRERE gana el Premio Nacional de Calidad, un logro sin precedentes para una firma de servicios profesionales.

FERRERE creció a base del liderazgo de Daniel Ferrere y de una serie de decisiones que continuaron siendo percibidas arriesgadas. En 2003, cuando el concepto de firma regional era una excentricidad en Latinoamérica, la firma abrió su oficina de Paraguay, seguida por la de Bolivia en 2004, convirtiéndose así en una de las mayores firmas de América Latina.