En la víspera, el Gobierno Nacional y un conjunto de organizaciones empresariales de diversas industrias, arribaron a un acuerdo de medidas con las que se pretende contrarrestar, o al menos mitigar, las dificultades cambiarias que atraviesa Bolivia.
Bolivia se encuentra atravesando un ya conocido problema de liquidez de la divisa estadounidense desde aproximadamente un año. Si bien gran parte del 2023 estuvo marcado por una sobredemanda constante de dólares, el sistema bancario se las arregló para cubrir las necesidades manteniendo un nivel de comisiones para transferencias de dólares al extranjero en el entorno del 8 y 10%. Sin embargo, en lo que va del primer trimestre del año, los desafíos de las entidades financieras para responder la demanda implicaron un aumento significativo en dichas comisiones que a la fecha pueden rondar el 20 al 25%. Lo anterior, ha traído inconvenientes comerciales a las empresas locales para cumplir con sus pagos en el extranjero, principalmente con sus proveedores.
Las razones que explican dicha situación son varias, interdependientes y complejas. Diversos sectores coinciden en que esta situación tiene como origen principal el gasto público en manos del Gobierno Nacional, en particular el correspondiente a la importación de combustible, el cual es parcialmente subsidiado a favor del ciudadano y empresariado local. Actualmente, este gasto tiene como contrapartida una significativa disminución de los ingresos fiscales por exportación de gas.
En ese contexto, surgen estas diez medidas acordadas entre el Gobierno y las organizaciones empresariales mencionadas, como la primera muestra de reacción ante una situación pasó de ser una preocupación aislada de algunas industrias, a repercutir en el diario vivir de la población vía incremento de precios y presión inflacionaria. A continuación, las diez medidas acordadas:
- Liberación de exportaciones con agilización de trámites.
- Devolución inmediata de Certificados de Devolución Impositiva (CEDEIMs) previa entrega de divisas por exportaciones.
- Emisión de bonos Banco Central de Bolivia en dólares.
- Subasta de diésel con Grandes Compradores.
- Agilización en la importación de diésel para empresas privadas destinado a consumo propio.
- Promoción de la inversión privada en plantas de biodiesel.
- Fomento de inversiones para mejorar el rendimiento del sector agrícola.
- Incrementar el peso y la longitud máximos permitidos en vehículos de transporte de carga (Gestionar una Ley de modernización del transporte de carga en Bolivia)
- Establecer incentivos tributarios para la compra de vehículos flex y vehículos eléctricos.
- Establecimiento de una banda en el cobro de comisiones para las transferencias y giros al exterior.
Las expectativas sobre la eficacia o conveniencias de estas medidas vienen siendo moderadas. Además, dichas medidas requerirán por parte del Gobierno un esfuerzo administrativo que el mercado espera que sea urgente y pragmático. En esa línea, de las diez medidas, las que tendrían el potencial de materializarse más rápidamente son: la agilización del proceso administrativo para la exportación de granos (soya, sorgo, trigo y derivados), la devolución de los CEDEIMs o el establecimiento de una banda en el cobro de comisiones (medida que, a su vez, puede resultar contraproducente como cualquier intento de control de precios).
Entre tanto no se materialicen, las medidas acordadas son esencialmente programáticas. Por tanto, en las próximas semanas se irán emitiendo normativas y reglamentaciones específicas a los efectos de efectivizar estas medidas.