La agenda mundial actual ubica al ecosistema emprendedor como prioridad en el modelo de desarrollo, y Uruguay se alinea a esta tendencia global con la Ley de Fomento del Emprendedurismo, aprobada por unanimidad en el Parlamento el pasado miércoles 9 de octubre.
En ese marco, FERRERE llevó adelante un conversatorio con seis especialistas en distintas áreas, que fue moderado por Sergio Delgado Coto, director de la Fundación da Vinci.
Bruno Gili, socio de CPA FERRERE, fue el responsable de abrir el encuentro, del que también participaron Manuel Lecuona, socio de FERRERE Abogados, Martín Dibarboure, presidente de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), Javier Metre, socio de CPA FERRERE, Marcela Dobal, editora del suplemento El Empresario (Diario El País), y Leonardo Loureiro, presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI).
Los analistas intercambiaron sobre el dinamismo empresarial, la innovación jurídica y tributaria, así como los instrumentos financieros que promueven los emprendimientos entre jóvenes, la creación de sociedades por acciones simplificadas, y las plataformas de financiamiento colectivo.
“Hoy el mundo habla de una cuarta revolución y toma a los ecosistemas emprendedores como eje del crecimiento, así que bienvenida sea la ley y ese primer esfuerzo por discutir cómo conseguir mayor dinamismo, mayor emprendedurismo, niveles de innovación e interacción con el objetivo de facilitar el desarrollo de las empresas”, señaló Gili a modo de presentación de la mesa de trabajo.
Por su parte, Lecuona enfatizó en la importancia de esta nueva normativa en pos de colocar “a la actividad emprendedora de Uruguay en un grado superior”. El abogado indicó que se trata del “cambio más radical en materia societaria que ha habido desde la sanción a la Ley de Sociedades Anónimas (Nº 16.060), que data de 1989”.
En ese sentido, la ley recientemente aprobada en el Parlamento introduce como novedad la creación de Sociedades por Acción Simplificada (SAS), y reconoce las plataformas de financiamiento colectivo, llamadas crowfunding, herramienta que “en el mundo ha tenido mucho impulso, y ha resultado muy útil”, según Lecuona.
Durante su exposición, Dibarboure invitó a “leer y entender” la aprobación de esta ley como “un hito para el mundo empresarial”. Destacó la importancia de que el ecosistema emprendedor esté reconocido en un texto legislativo, y que el artículo 1º declare de interés nacional el fomento de emprendimientos, así como el desarrollo de una cultura emprendedora.
En tanto Metre tuvo a su cargo el análisis impositivo, y abordó el paquete de incentivos fiscales que se brinda para la SAS. “Bienvenida sea esta ley que permitirá obtener mayor flexibilidad fiscal gracias al uso de la sociedad por acciones”, apuntó.
En otra línea, la periodista Marcela Dobal aportó la visión de los medios de comunicación y subrayó la importancia de que los emprendedores den a conocer sus experiencias de negocios para inspirar a otros. “Lo que más valoran los lectores son las historias de esfuerzo y superación”, apuntó.
Al cierre de la actividad, Gili y Dibarboure coincidieron en que la nueva norma es muestra de un ecosistema que ambos calificaron como “maduro y colaborativo”.