El 22 de febrero de 2023, el Ministerio de Economía y Finanzas de Uruguay informó a la prensa que, el foco en materia ambiental será conseguir préstamos “verdes” de parte de organismos multilaterales. Lo anterior supone la reafirmación del país en su compromiso con contribuir al desarrollo en materia ambiental, social y de gobernanza, que tuvo su hito más reciente en octubre de 2022 con la emisión del primer bono soberano vinculado a sostenibilidad.
Instrumentos de Financiamiento Sostenible: Los Préstamos “Verdes”
Los instrumentos de financiamiento sostenible pueden dividirse en tres categorías en base al origen de los fondos obtenidos: (i) préstamos corporativos, (ii) financiamiento de proyectos y (iii) mercado de capitales.
Los bonos temáticos se encuentran incluidos dentro de la categoría (iii) mencionada anteriormente y son los más populares y predominantes entre los instrumentos de financiamiento sostenible. Son títulos de deuda que se emiten, tanto por el sector público como por el sector privado, con el objetivo de contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
Por otro lado, los préstamos verdes suponen una categoría distinta dentro de los instrumentos de financiamiento sostenible. A diferencia de los bonos temáticos en los que el origen de los fondos es el mercado de capitales, en los préstamos verdes, los fondos se obtienen de uno o varios prestamistas, principalmente bancos.
Los préstamos verdes pueden estar, o bien ligados al cumplimiento de algunos indicadores ESG para la delimitación en cierto porcentaje del coste o tipo de interés (como es el caso de los bonos vinculados a la sostenibilidad), o bien enfocados a la financiación de un proyecto que cumpla los requisitos mínimos para considerarse sostenible (como es el caso de los bonos verdes). Adicionalmente, y como sucede para el resto de los préstamos corporativos, para otorgar el préstamo, el banco o prestamista analiza la capacidad de repago de su deudor en función de los EECC, su solvencia, activos y patrimonio.
Los préstamos verdes están adquiriendo cada vez más relevancia dentro de los instrumentos de financiamiento sostenible y el Gobierno ha dejado claro su intención con respecto a los mismos en un esfuerzo conjunto con los organismos multilaterales.